MINDFULNESS PARA EL BIENESTAR
Es un término del inglés que significa atención y conciencia plena, presencia atenta y reflexiva. Mindfulness se conoce en la literatura especializada como la autorregulación de la atención hacia la experiencia del presente, observando con curiosidad y aceptación los eventos que ocurren en la misma y facilitando el manejo de las emociones y el comportamiento.
La actitud mindfulness permite estar más conscientes de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones pero también permite aprender a no engancharse en modos de funcionamiento mental poco saludables (por ejemplo pensamientos rumiativos) y más bien elegir modos de funcionamiento adecuados.
El estar conscientes momento a momento de nosotros mismos proporciona la libertad de responder en vez de reaccionar automáticamente. Permite crear una distancia mental. En cambio, cuando uno se pierde en un pensamiento del pasado o en fantasías del futuro, se responde de una forma casi automática ante un evento displacentero lo que seguramente agravará la sensación inicial.
Mindfulness es una habilidad que permite ser menos reactivo ante las situaciones que acontecen. Es una forma de relación distinta con la experiencia, sean estas positivas o negativas, y en consecuencia se reduce el nivel de sufrimiento y mejoran los niveles de bienestar.
Las intervenciones psicológicas occidentales que incorporan el mindfulness prestan especial atención a la capacidades y los recursos propios del individuo de mejorarse y potenciar su bienestar.
Las aplicaciones de mindfulness en la psicología occidental, comenzaron hace más de 25 años con Jon Kabat-Zinn en el Hospital de la Universidad de Massachusetts y se llevaron a cabo principalmente en el área clínica y de la salud, con el objetivo de aliviar el sufrimiento de personas con diversas condiciones y enfermedades crónicas.
La implementación de estrategias basadas en mindfulness tiene resultados beneficiosos para la salud física y mental, las cuales han estado respaldadas por evidencias científicas de investigaciones del campo de las neurociencias, la medicina en general y la psicología. La práctica de mindfulness o la atención plena por ejemplo promueve la autorregulación emocional, desarrolla una asimetría frontal asociada a las emociones positivas, y sobretodo los estudios evidencian que la mindfulness reduce los niveles de estrés.
El cultivo de mindfulness es mediante entrenamiento. Se puede aprender como cualquier habilidad que es susceptible de ser aprendida mediante la práctica. Este entrenamiento permite aprender a incrementar y sostener la atención, así como a cambiar dicho foco de atención para poder actuar con libertad respondiendo conscientemente en vez de reaccionando automáticamente.
Fuente: Blanco, J, Matheus, R. (2012). Mindfulness (atención plena) para el bienestar. En M. E. Garassini y C. Camilli (eds.) La felicidad duradera. Editorial Alfa: Caracas